Hoy he estado con familiares míos en el Cirque du Soleil y no puedo más que recomendar a cualquiera que vaya. Todo, absolutamente todo, es en riguroso directo. Tremendos los músicos e impresionante lo que hicieron los acróbatas, trapecistas y resto de actores. En fín, que me he tenido que agachar de la butaca varias veces para recogerme las pelotas. No hay palabras. You all must go and live the experience.
Pero eso fue por la tarde. Por la mañana fui a Goya con la intención de comprar una cartera y me encontré con las casetas de la XXIII Feria de dibujo y pintura, en la plaza de Salvador Dalí, con un montón de pintores, entre ellos gente como Vicenç Curto, exponiendo sus obras. Me enamoré de tres cuadros, pero evidentemente el bolsillo sólo me dió para uno, que es el que os muestro en la foto: un enigmático monje traspuesto en su butaca de madera. Ahora tengo que buscarle un marco apropiado. Es un óleo del pintor Jesús Román Brovia (http://brovia.blogspot.com/)
A la espera de que llegue a casita el disco de reunión "The tall ships", del que no paro de escuchar vía YouTube los temas "The memory of water" y "Oh my God", que publicaron It Bites hace un par de años, os deseo un felíz fín de semana.
