miércoles, 19 de enero de 2011

De la necesidad de recuperar a Golpes Bajos...

Hace poco estuve en unos conocidos grandes almacenes que, curiosamente, tienen una buena sección de discos, con el objetivo de comprarme la caja que recopila todas las grabaciones de Golpes Bajos. Cada año dedico siempre un par de días a revisitar los tres emblemáticos álbumes que este grupo editó en su corta vida. Y es que en estos tiempos, largos ya, en los que la mediocridad musical absoluta campa a sus anchas se hace necesario parar, desempolvar algunos discos y comprobar que cualquier tiempo pasado fue mejor. En mi opinión son pocos - muy pocos - los grupos que han salido de este país con el suficiente talento, ingenio y calidad que les haga despegarse del conjunto de miles de copias baratas de lo producido en países como U.S.A. o Inglaterra, auténticos colosos en la historia de la música pop-rock.

Golpes Bajos fueron uno de esos grupos, únicos, mágicos, con canciones imbatibles incluso para el propio Jesús Ordovás (nuestro John Peel particular), el cual ayudó a impulsar de forma decisiva la carrera del grupo a nivel nacional. En su corta existencia (1983-85) editaron dos mini-LPs ("Golpes Bajos" y "Devocionario") y un álbum de larga duración ("A Santa Compaña"), todos ellos absolutamente imprescindibles. La dupla que formaron Germán Coppini y el genial multiinstrumentista Teo Cardalda fue uno de esos raros casos de perfección artística, a la Morrissey-Marr en Inglaterra. Y es que las geniales texturas y arreglos musicales de Teo fueron el complemento perfecto a la complejidad lírica que nos planteaba Coppini en cada canción. Porque sí, Coppini estaba a años luz de los miles de cantautores depresivo-coñazo que tanto abundan en este país.
Mención especial para sus otros compañeros de viaje, el guitarrista Pablo Novoa y el genial bajista Luis García (impagables sus líneas de bajo fretless en "Cena recalentada" y su slap en "No mires a los ojos de la gente").

Cardalda y Coppini se volvieron a juntar en 1998 para grabar nuevas versiones de sus clásicos y producir nuevo material dando lugar a "Vivo", un disco altamente recomendable pero que adolecía de la magia de sus inicios. El disco y la gira fueron sendos fracasos comerciales lo que, unido a las tensiones entre ambos, precipitó una nueva separación. Nunca me gustó esa reunión musical por dos razones: a) pocos comebacks han merecido la pena, y b) sus canciones son perfectas tal como quedaron en su día y el hecho de regrabarlas añadiendo cambios en las letras fue un absoluto error. De cualquier manera me gustó verlos juntos de nuevo, aunque es cierto que Teo aparenta demasiada frialdad eludiendo continuamente el contacto visual con Coppini. Después de ese corto episodio Teo continuó su carrera regresando con su mujer a los edulcorados Cómplices y Germán se dedicó a proyectos que no llegaron a gran cosa.

A cualquiera que lea este blog y no conozca a Golpes Bajos le animo a descubrir temazos como "Cena recalentada", "Desconocido", "No mires a los ojos de la gente", "Malos tiempos para la lírica", "Travesuras de Till", "Fiesta de los maniquíes", "A Santa Compaña" o en fín, cualquiera. La caja con todas sus grabaciones (Golpes Bajos - "Todas sus grabaciones 1983/85") no llega a veinte euros y creedme, serán de los veinte euros que mejor empleéis en vuestra vida.

A pesar de que el vídeo no hace justicia a la gran canción que es, aquí os dejo con "Desconocido". ¡Que la disfrutéis!